La costumbre perversa de fumar

El consumo de tabaco a finales del siglo XVIII: entre el placer y la controversia

A finales del siglo XVIII, el tabaco se había convertido en una preocupación social y económica de primer orden en Europa y América. Su consumo, iniciado en el siglo XVI tras el contacto con las Américas, había experimentado un crecimiento exponencial a lo largo de las dos centurias siguientes.

Un consumo generalizado:

  • Clases populares: El tabaco era un producto accesible para las clases populares, que lo consumían en forma de rapé, mascado o fumado en pipa. Su bajo costo y efecto estimulante lo convertían en una alternativa popular a las bebidas alcohólicas.
  • Clases altas: Las clases altas, por su parte, preferían el tabaco en polvo o en forma de cigarros puros. Su consumo se asociaba a momentos de ocio y sociabilidad, convirtiéndose en un símbolo de estatus social.

Impactos económicos y sociales:

  • Impuestos y comercio: El tabaco se convirtió en una fuente importante de ingresos para los gobiernos, quienes establecían impuestos y monopolios sobre su producción y venta. El comercio internacional del tabaco también floreció, generando grandes fortunas para los comerciantes involucrados.
  • Salud pública: El consumo de tabaco comenzó a generar preocupaciones por su impacto en la salud pública. Se asociaba con diversas enfermedades, como el cáncer de pulmón y la tuberculosis. Sin embargo, estas advertencias no lograron frenar su consumo generalizado.

Controversias y debates:

  • Aspectos morales y religiosos: La Iglesia católica condenaba el consumo de tabaco, considerándolo un vicio y una práctica nociva para la salud.
  • Debates médicos: Los médicos de la época debatían sobre los efectos del tabaco en la salud, con opiniones encontradas sobre sus beneficios y perjuicios.
  • Literatura y sátira: El consumo de tabaco se convirtió en tema de obras literarias y sátiras, donde se criticaban sus excesos y sus efectos negativos en la sociedad.

De este modo se refería el Diario de Madrid, en su edición del Miércoles 16 de Diciembre de 1795, al acto de fumar. Sorprende la dura crítica a aquellos que molestaban a los demás con el humo de sus cigarros, e incluso califican de perversa la costumbre de fumar: 

«El uso del tabaco de humo es de taberneros, de figoneros, de perros de muestra, de los mal criados, de los poco reflexivos , de monos , de micos , y aún se les olvidó de currutacos»

En resumen, el consumo de tabaco a finales del siglo XVIII era un fenómeno complejo y controvertido. Su popularidad se vio impulsada por su bajo costo, efecto estimulante y asociación con el estatus social. Sin embargo, las preocupaciones por su impacto en la salud pública y los debates morales y religiosos marcaron el inicio de una lucha contra el tabaquismo que se extendería hasta nuestros días.

«El uso del tabaco de humo es de taberneros, de figoneros, de perros de muestra, de los mal criados, de los poco reflexivos , de monos , de micos , y aún se les olvidó de currutacos»

De este modo se refería el Diario de Madrid, en su edición del Miércoles 16 de Diciembre de 1795, al acto de fumar. Sorprende la dura crítica a aquellos que molestaban a los demás con el humo de sus cigarros, e incluso califican de perversa la costumbre de fumar.

A continuación, algunos recursos adicionales para profundizar en el tema:

Deja un comentario

WeCreativez WhatsApp Support
Contacta con nosotros a través de WhatsApp
👋 Hola, ¿cómo puedo ayudarte?
Scroll al inicio